Anteriormente escribí sobre la importancia de que las empresas comuniquen a sus colaboradores, clientes y proveedores sobre la visión estratégica, las iniciativas de crecimiento, de innovación, de inversión, entre otras. Particularmente mencionaba el caso de una empresa, líder en su sector, con la que EGADE Business School tiene una alianza estratégica, y particularmente con los integrantes de su cadena de suministro (CS). Hace unas semanas volví a participar en una edición más del programa de Educación Ejecutiva que EGADE ofrece a esta empresa, el cual busca potenciar el compromiso con su cadena de valor para apoyar el desarrollo y crecimiento de sus clientes y proveedores.
Aplicamos una encuesta usada anteriormente, y encontramos que:
En general, tanto entre clientes como entre proveedores, el conocimiento y uso de redes sociales es bastante alto. Sin embargo, el conocimiento de conceptos y habilitadores de los procesos de digitalización y de Industria 4.0 (I4.0) sigue siendo muy limitado. Por otro lado, un 84.6 por ciento de los clientes no estaba enterado de las iniciativas de la empresa relacionadas con proyectos de digitalización e I4.0 pero un 92.3 por ciento considera que tendrán un impacto positivo en sus relaciones, aunque un 69.2 por ciento se siente algo o nada preparado para iniciar proyectos de digitalización. Por el lado de los proveedores, se encontró que un 70 por ciento no estaba enterado de las iniciativas, pero el 100 por ciento consideró que el impacto sería positivo en su relación y un 76 por ciento siente que está algo o nada preparado para empezar iniciativas de digitalización. Estos resultados son consistentes con los encontrados en años anteriores. Resumiendo, se sigue viendo un alto porcentaje de desconocimiento de las iniciativas de la empresa por parte de clientes y proveedores pero, la gran mayoría siente que tendrán un impacto positivo en sus relaciones y un bajo porcentaje siente que está muy preparado para arrancar iniciativas de digitalización.
Volvemos a concluir, con base en estos resultados, que se requiere mejorar la estrategia de comunicación de la compañía hacia sus clientes y proveedores, en relación con sus proyectos e iniciativas de digitalización e I4.0.
Durante mi módulo aproveché para hacer algunos comentarios relacionados con la política industrial de la Secretaría de Economía de la nueva administración del gobierno federal que, en principio, establece tres directrices: innovación, inclusión y diversificación y los aterriza en un “decálogo” que aquí me permito reproducir brevemente.
1.- Promover mayor competencia
2.- Aprovechar la apertura comercial para fortalecer las cadenas productivas y aumentar el contenido nacional
3.- Impulsar la mejora regulatoria para reducir costos y facilitar el cumplimiento
4.- Generar entornos de negociación y certidumbre que atraigan flujos de inversión
5:- Alentar el crecimiento de las Pymes y el contenido nacional en bienes y servicios
6.- Fomentar la digitalización del sector manufacturero e impulsar la I4.0
7.- Modernizar los procesos de normalización e impulsar la infraestructura de calidad
8.- Propiciar una economía de salud para aumentar la productividad y competitividad
9.- Aumentar el financiamiento de la banca de desarrollo a proyectos industriales con mayor coordinación entre la SHCP y SE
10.- Incentivar proyectos industriales en las regiones más rezagadas del país
En general las ideas e intenciones plasmadas en cada uno de los puntos me parecen válidas, útiles, incuestionables y necesarias, sin embargo…
Les comparto que, durante la exposición de este decálogo les pedí a los participantes (en total más de 70) que realizaran una votación sencilla basada en su percepción, para ver cuáles de estos principios consideraban que se estaban llevando acabo. Las respuestas fueron, para mí, impactantes. En general, nadie votó a favor de que alguno de estos principios se estuviera llevando a cabo en la realidad y, tal vez, con excepción del último punto donde algunos consideraron los proyectos del Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas, etc. generó un poco de controversia.
Concluyendo, además de una buena comunicación de los valores, objetivos y proyectos, hace falta que las acciones realizadas muestren claramente que estamos hablando en serio y que vamos con todo; de otra manera, quedarán en buenas intenciones enmarcadas en algunas paredes.
Publicado originalmente en El Financiero.