El comercio social ha crecido exponencialmente en los últimos años, cambiando la forma en que las marcas interactúan con los consumidores e impulsan las ventas. La creciente popularidad de este nuevo formato de comercializaciòn online, permite proyectar para el periodo 2022 - 2030 un CAGR del 30.7%, de acuerdo con el estudio relizado por Social Commerce: global strategic business report. Si bien las redes sociales son el medio para realizar este tipo de compras, éstas se han convertido en puntos de encuentro virtuales, donde los usuarios no solo comparten contenidos, sino que también buscan productos y realizan compras directamente desde estas plataformas. Este fenómeno se debe, en parte, a la influencia de las redes sociales en las decisiones de compra. Los consumidores confían cada vez más en las recomendaciones de sus pares en línea y en las opiniones de otros usuarios para tomar decisiones informadas sobre qué productos comprar.
Las marcas han reconocido este cambio en el comportamiento del consumidor y han comenzado a aprovechar las redes sociales como un canal para promocionar sus productos y servicios. Las plataformas de redes sociales han respondido a esta tendencia integrando funciones de compra directamente en sus aplicaciones. Los usuarios ahora pueden ver productos, obtener información, leer reseñas y realizar transacciones sin salir de la plataforma. Esto hace que el proceso de pago sea más cómodo y transparente, lo que lleva a un aumento significativo de las ventas a través del comercio social.
Además, el aumento del contenido generado por el usuario es otra tendencia importante en el comercio social. Los consumidores confían más en las experiencias y opiniones de otros usuarios que en la publicidad tradicional. Como resultado, el contenido generado por el usuario se ha convertido en una poderosa herramienta para generar confianza y credibilidad.
Las marcas han comenzado a utilizar reseñas, testimonios y contenido generado por los usuarios para exhibir sus productos en escenarios auténticos del mundo real. Esto ha demostrado ser efectivo para impulsar las ventas y mejorar la conexión emocional entre las marcas y sus clientes.
La personalización también se ha convertido en un factor clave del comercio social. Los consumidores esperan experiencias personalizadas y las marcas usan datos y análisis para hacer recomendaciones precisas adaptadas a las preferencias individuales de cada cliente. Esto se aplica tanto al contenido como a la publicidad dirigida. Las marcas crean ofertas y promociones exclusivas para cada cliente, aumentando la sensación de exclusividad y fomentando la lealtad a largo plazo.
Las tecnologías emergentes, como el aprendizaje automático y la inteligencia artificial, también juegan un papel cada vez más importante en el comercio social. Estas tecnologías permiten a las marcas recopilar y analizar grandes cantidades de datos para realizar recomendaciones más precisas y personalizadas. Además, la realidad virtual y aumentada mejoran la experiencia de compra al permitir que los usuarios “prueben” los productos antes de comprar, lo que aumenta la confianza y reduce las ganancias.
La transparencia y la confianza son aspectos fundamentales para el éxito del comercio social. Las marcas necesitan administrar su reputación en línea y responder rápidamente a los comentarios y preguntas de los clientes. Además, es fundamental que las marcas sean éticas en la recopilación y el uso de los datos de los clientes, comunicando claramente sus políticas de privacidad y seguridad. Estos aspectos son esenciales para construir relaciones sólidas y duraderas basadas en la confianza mutua.
Durante el proceso de la comercialización en el comercio social, el cliente está pasando del “Me Gusta” a la compra gracias a que el consumidor no debe salir del sitio de la red social para concretar su compra, reduciendo el número de interacciones o clicks que el usuario debe realizar para realizar una compra.
En conclusión, el “Social Commerce” ofrece un futuro prometedor para las marcas. Con el auge de las compras sociales, el auge del contenido personalizado generado por el usuario, la integración de tecnologías emergentes y un énfasis en la transparencia y la confianza, las marcas pueden aprovechar estas tendencias para impulsar las ventas, generar lealtad y construir relaciones duraderas con los clientes. Las marcas que se mantengan al tanto de estas tendencias y las apliquen estratégicamente estarán en la mejor posición para tener éxito en el panorama siempre cambiante del comercio electrónico.
El autor es profesor de EGADE Business School y de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Artículo originalmente publicado en El Financiero.