En la próxima media década México podría enfrentar una encrucijada tecnológica que promete revolucionar sectores clave de su economía y sociedad. Desde la inteligencia artificial hasta la biotecnología, pasando por las energías renovables, las tecnologías emergentes se perfilan como los motores del crecimiento y la modernización del país.
Como un ejemplo de la importancia de este tópico para el país, es importante considerar que, de acuerdo con una investigación hecha por Sopra Steria Next, se espera que el mercado de la IA generativa se multiplique por 10 para 2028, hasta alcanzar unos 100.000 millones de dólares, lo que equivale a un crecimiento anual del 65%.
Por lo anterior, es muy relevante tener en mente la forma en que las tecnologías emergentes deberán aprovecharse en diferentes industrias, en el corto y mediano plazo, y así cristalizar su potencial impacto en la vida cotidiana de los mexicanos.
La inteligencia artificial (IA) y el análisis de grandes volúmenes de datos (big data) están en el corazón de la transformación digital global. México no es la excepción ya que, entre 2024 y 2028, se espera que el uso de IA se expanda significativamente en sectores como el de la salud, la agricultura y el transporte.
En el ámbito de la salud, la IA permitirá diagnósticos más rápidos y precisos, así como tratamientos personalizados. Empresas y hospitales están invirtiendo en sistemas de IA que analizan datos médicos para predecir enfermedades y sugerir planes óptimos de tratamiento. Además, la telemedicina, potenciada por la IA, mejorará el acceso a servicios médicos en zonas rurales y remotas.
La agricultura, otro pilar de la economía mexicana, y que hoy vive un periodo crítico, se verá beneficiada por la IA y el Big Data a través de la agricultura de precisión. Sensores y drones recopilarán datos en tiempo real sobre el estado del suelo y los cultivos, optimizando el uso de recursos y mejorando los rendimientos.
En el transporte, la IA contribuirá a la implementación de sistemas de tráfico inteligentes, reduciendo los congestionamientos y mejorando la seguridad vial. El desarrollo de vehículos autónomos también promete cambiar radicalmente la movilidad urbana.
México posee un vasto potencial en recursos naturales para la generación de energías renovables, como la solar y la eólica. En los próximos años, el país se enfocará en expandir su capacidad instalada para generar energías limpias y así reducir su dependencia de los combustibles fósiles y cumplir con sus compromisos internacionales en materia de cambio climático.
La energía solar, en particular, podría ser un área de crecimiento potencial. México, por sus condiciones geográficas, es uno de los países con las mejores condiciones, a nivel mundial, para aprovechar la radiación solar en los procesos de generación a partir de esta fuente y se espera que la instalación de paneles solares. tanto a nivel doméstico como a gran escala, aumente considerablemente. Esto no sólo reduciría las emisiones de carbono, sino que también generaría empleo y disminuiría los costos de la electricidad.
La energía eólica también jugará un papel crucial. Con la construcción de nuevos parques eólicos, especialmente en regiones como Oaxaca y Baja California, México podría diversificar su matriz energética y fortalecer la seguridad energética del país.
La biotecnología es otro campo en rápido desarrollo que tendría un impacto significativo en México. Este sector abarca desde la medicina hasta la agricultura, ofreciendo soluciones innovadoras para problemas complejos.
En medicina, la biotecnología permitirá el desarrollo de nuevos tratamientos y vacunas, así como la producción de medicamentos biotecnológicos que son más eficaces y seguros. La investigación genética y la edición de genes, gracias a tecnologías como CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats), ofrecerán nuevas oportunidades para combatir enfermedades hereditarias y mejorar la salud pública.
En el ámbito agrícola, la biotecnología ayudará a desarrollar cultivos más resistentes a plagas y enfermedades, así como variedades que requieren menos agua y fertilizantes. Esto será crucial para garantizar la seguridad alimentaria y enfrentar los desafíos del cambio climático.
El sector financiero de México también experimentará una transformación radical gracias a la adopción de tecnologías emergentes como el blockchain, machine learning, entre otras tecnologías digitales. El blockchain, con su capacidad para proporcionar transacciones seguras y transparentes, será clave en la lucha contra el fraude y la corrupción. Además, facilitará la inclusión financiera al permitir a personas no bancarizadas acceder a servicios financieros básicos.
Otras tecnologías, como el machine learning, están revolucionando el panorama financiero al ofrecer servicios más accesibles y eficientes. Desde pagos móviles hasta préstamos en línea, estas empresas están democratizando el acceso a servicios financieros y fomentando la competencia en el sector bancario.
En la actualidad, México se embarcará en un viaje hacia la modernización, impulsado por tecnologías emergentes. La adopción y el desarrollo de la inteligencia artificial y su impacto en las energías renovables, la biotecnología y en la industria financiera no sólo transformarán la economía, sino que también mejorarán la calidad de vida de los mexicanos. Con un enfoque estratégico y una inversión adecuada, estas tecnologías tienen el potencial de llevar a México a una nueva era de prosperidad, progreso, bienestar y sostenibilidad.
El autor es líder del Eje de Educación Ejecutiva en el Centro de Evolución Digital de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Artículo publicado originalmente en El Financiero.