Consumidores y propósitos de Año Nuevo: “¡Hoy empiezo la dieta!”

Consumidores y propósitos de Año Nuevo: “¡Hoy empiezo la dieta!”

Enero es el momento en que muchos de nosotros nos planteamos nuevos propósitos personales. Si eres de aquellos que han tomado la decisión de seguir una alimentación más saludable, te presentamos algunos consejos basados en investigaciones científicas sobre el comportamiento de los consumidores que podrán ser de tu interés. Más aún si consideramos que muchos de estos propósitos, para cuando termina enero, han desaparecido.

Nuestro comportamiento como consumidores se ve influido por los internos como motivaciones y preferencias personales y los externos como la presentación, empaque, colores y precio de los productos. Aquí te presentamos cinco estrategias que puedes usar a tu favor para cumplir tu propósito de comer más saludable durante todo el año.

  1. Utiliza platos más pequeños. En la última década, el tamaño promedio de los platos donde nos servimos la comida ha aumentado en más de 20 por ciento; esto ha provocado que aumente la cantidad de alimento que nos servimos y, por ende, que comamos más. Según una investigación publicada en el Journal of Experimental Psychology, tan sólo una diferencia de 5 centímetros de diámetro en el plato puede ocasionar hasta un incremento de 50 por ciento en la comida que nos servimos y comemos. Por lo tanto, podrías considerar usar platos más grandes para la ensalada y platos más pequeños para alimentos menos saludables.
  2. Sírvete tú mismo la comida. Existe una correlación positiva entre el que tú mismo te sirvas la comida y la elección de una alimentación más saludable. Investigadores de la University of Southern California realizaron un experimento donde invitaron a personas a consumir chocolates M&M’s. Encontraron que las personas a las que se les habían servido sus chocolates, consumían casi el doble que las personas que tenían que servírselos por sí mismas. Es decir, mientras más se involucre físicamente la persona en servirse su alimento, es más probable que se limite más en las cantidades que consume. De acuerdo a los investigadores, esto se debe a que al estar físicamente menos involucrado en el proceso hace que nos sintamos menos responsables de lo que comemos.
  3. Enciende la luz de tu comedor. La luz ambiental influye en el estado de alerta mental, lo que a su vez influye en la elección de los alimentos. De acuerdo a una investigación publicada en el Journal of Marketing Research, las personas tienden a consumir casi 40 por ciento más calorías cuando comen sus alimentos en ambientes con luz tenue. Los autores sugieren que lo mejor para los consumidores es comer en ambientes con suficiente luz ambiental.
  4. Cambia el mantel de tu mesa. Investigadores del Georgia Institute of Technology encontraron que, al tener un alto contraste entre el alimento y el mantel de la mesa, los consumidores tienden a servirse casi 10 por ciento más que aquellas personas que tienen un bajo contraste. Un ejemplo de alto contraste sería una pasta con salsa de tomate sobre un mantel blanco, en cambio si el mantel fuera rojo sería de bajo contraste. Debido a esto, lo mejor sería tener un mantel de color neutro que tenga un bajo contraste con tus alimentos. La razón que se ofrece es que al realizar lo anterior, aumentas la conciencia sobre los alimentos que estás consumiendo.
  5. Paga en efectivo tu comida. Según una investigación publicada en el Journal of Consumer Research, las compras realizadas con tarjeta (ya sea de crédito o débito) ocasionan un menor “dolor por gastar” y, por lo tanto, aumentan las compras de impulso de comida poco saludable. En cambio, las compras realizadas en efectivo ocasionan un mayor “dolor por gastar” y esto disminuye las compras impulsivas de comida chatarra.

Una buena estrategia sería dejar las tarjetas en casa la próxima vez que salgas a un restaurante y pagar en efectivo.

Como podemos ver, nuestro comportamiento como consumidores nunca es del todo racional y está influido por múltiples factores, de los cuales en muchas ocasiones ni siquiera estamos conscientes. Lograr tus propósitos puede ser más fácil y rápido si empezamos por cambiar alguno de estos factores ambientales, lo cual nos ayudará a volvernos más reflexivos sobre nuestro comportamiento a la hora de consumir alimentos. 

 

*Por Raquel Castaño, Decana Asociada de Desarrollo de la Facultad EGADE.

Publicado originalmente en El Financiero

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