Una opción para la problemática de la informalidad en México y el impulso a la recuperación económica post-covid es el desarrollo de talleres para enseñar a las pequeñas empresas cómo implementar adecuadamente el uso de nuevas tecnologías en sus negocios, con la finalidad de generar un mayor alcance en su entorno. (Este texto obtuvo el tercer lugar en el primer concurso de ensayo de México, ¿cómo vamos? y Animal Político).

Alguna vez se han preguntado: ¿es posible someter al sector informal de la economía a suspender sus labores de un momento a otro? De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI, 1990), el sector informal incluye factores de toda la economía subterránea, donde el aspecto fiscal es el de mayor relevancia. El sector informal es el convencionalismo o la expresión más común para denominar al conjunto de actividades caracterizadas por la precariedad con que se realizan. También por los bajos niveles de calificación de los trabajadores, equipamiento de los negocios, relaciones laborales formales, registros administrativos, etc.

Este ensayo pretende encontrar una solución adecuada a la situación económica por la que atraviesa el país a causa del COVID-19. A consecuencia de ello, la mayoría de las economías alrededor del mundo se vieron obligadas a migrar de esquema e incorporar el uso de nuevas tecnologías para poder mantener su desarrollo económico.

Sin embargo, y de acuerdo a estadísticas arrojadas en el 2020 por México ¿cómo vamos?, la generación de empleos formales ha ido decreciendo desde febrero de 2020 hasta la fecha, alcanzando un pico de -925,490 en julio del mismo año. (Gráfica 1)

Tal y como se puede observar en la gráfica anterior, los empleos formales han ido en decremento y, por lo tanto, aumenta la población desempleada. Dado lo anterior, la población se ve obligada a buscar nuevas fuentes de trabajo que les permitan generar ingresos para poder cubrir sus necesidades del día a día.

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Es aquí donde la economía informal adquiere forma. De acuerdo a datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo obtenidos de un comunicado de abril de 2020, 31.3 millones de personas de 15 y más años ocupadas se encuentran en el empleo informal, lo que representa el 56.2% de la población ocupada en México.

Además, tal y como se puede observar en la siguiente tabla (Tabla 1), las prestaciones otorgadas por “patrones” informales, son mínimas. Lo que da a entender que las personas que se mantienen de la informalidad no lo hacen por gusto. Porque, para ser honestos, ¿a quién no le gustaría, por lo menos, contar con un seguro médico?

Como se observa, únicamente el 12.9% de la población involucrada en la informalidad cuenta con servicio médico, y solo el 12.5% con vacaciones con goce de sueldo. Esto quiere decir que la gente no puede darse el lujo de tomar días de descanso ya que, de hacerlo, deja de percibir ingresos económicos, sin mencionar la carencia de seguridad médica con la que cuenta esta población.

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Adicionalmente, de acuerdo a un artículo publicado en 2019 por La Jornada, de 2015 a 2018 el porcentaje del PIB que México destinó al gasto público en salud disminuyó de manera progresiva de un 3 a un 2.81 por ciento, colocando a México como el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que menos recursos destina a dicho sector, a diferencia de Alemania, Suecia y Japón, donde la inversión en salud rebasa 9% del PIB.

Una vez analizados los datos anteriores, se puede observar que en México no resulta viable un confinamiento total causado por la pandemia del COVID-19, porque la mayoría de la población no se encuentra en condiciones de suspender sus labores.

La solución que se propone a la problemática de la informalidad en México y el impulso a la recuperación económica post-covid es el desarrollo de talleres para enseñar a las pequeñas empresas cómo implementar adecuadamente el uso de nuevas tecnologías en sus negocios, con la finalidad de generar un mayor alcance en su entorno.

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Dichos talleres contarán con temas relacionados a los beneficios de colocar sus negocios en plataformas digitales, cómo colocarlos, administrarlos y cómo sacar el mayor provecho de dichas herramientas. Toda la teoría impartida en estos talleres deberá poder ponerse en práctica dentro de una aplicación generada por el mismo gobierno, con la finalidad de empezar a tener un mejor control y conteo de los negocios informales en el país.

Dicha aplicación funcionará como una tienda virtual en la cual los usuarios podrán encontrar desde productos de abarrotes, hasta servicios a domicilio de talachería, herrería, plomería, etc. Además, continuamente se podrán colocar anuncios emergentes dentro de la aplicación relacionados con las ventajas, beneficios y las razones por las cuales vale la pena formalizar tu negocio. De esta manera se asegura un buen apoyo hacia la población y, como segundo efecto, se genera un impulso a la formalización de los negocios.

La implementación de dichos talleres será a través de medios digitales, principalmente internet, siendo un buen canal de distribución ya que el 70% de la población de seis años o más en México es usuaria de internet y el 56.4% de los hogares del total nacional disponen del servicio de conexión a internet. (INEGI, 2020)

En conclusión, si se implementa la estrategia planteada en este ensayo, se generará una puerta de entrada para la población mexicana hacia un mundo globalizado y, al mismo tiempo, fomentará la formalización de aquellos negocios que aún se encuentran operando de manera informal.