Por JOSÉ ÁNGEL DE LA PAZ | EGADE BUSINESS SCHOOL
En un entorno empresarial que exige agilidad estratégica, liderazgo empático y ejecución impecable, Juan Carlos Puente, presidente de Whirlpool Latinoamérica y vicepresidente ejecutivo de Whirlpool Corporation, compartió su visión con alumnas y alumnos de EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey, como parte de la serie C-Suite Conversations.
Con más de 26 mil colaboradores bajo su liderazgo en la región, Puente abordó los pilares que han definido su trayectoria en Whirlpool durante casi tres décadas: propósito, actitud, adaptación cultural y conexión entre estrategia y operación.
Para Puente, el liderazgo efectivo no se hereda ni se impone, se gana.
“El liderazgo empieza por servir. Mi rol es ayudar a que las personas conecten los puntos, remover barreras y darles las herramientas para desarrollar su máximo potencial”, expresó durante la conversación moderada por Horacio Arredondo, decano de EGADE Business School, y con la bienvenida de Jatinder Jit Singh, director del EGADE Full-Time MBA.
Recalcó que el propósito personal debe estar alineado con el propósito corporativo, en este caso, el compromiso de Whirlpool de mejorar la vida en el hogar. “Mi propósito es sacar lo mejor de mí para ayudar a otros a sacar lo mejor de sí mismos”, compartió.
APRENDIZAJE CONTINUO COMO CULTURA DE LIDERAZGO
Puente subrayó que la curiosidad intelectual es innegociable para cualquier ejecutivo de alto nivel.
“Después de casi 30 años, sigo aprendiendo todos los días. Si no aprendí algo en el trabajo, leo o escucho un podcast. No me puedo ir a dormir sin haber aprendido algo nuevo”, comentó.
Este enfoque de aprendizaje continuo forma parte de la cultura que se busca cultivar en su equipo directivo, como motor de la innovación, la adaptabilidad y la excelencia operativa.
PENSAMIENTO ESTRATÉGICO, CON EJECUCIÓN LOCAL
Desde su posición regional, Puente remarcó la importancia de comprender en profundidad la diversidad del consumidor latinoamericano.
“No somos un solo mercado. En México vendemos estufas de seis quemadores; en Brasil, si tienen más de cinco, no se venden. Incluso si todos comemos arroz y frijoles, lo hacemos distinto”, explicó.
Esa sensibilidad le ha permitido consolidar una estrategia que combina plataformas globales con adecuaciones locales, al tiempo que conecta la visión con la ejecución.
“La estrategia no puede quedarse en el PowerPoint. Hay que conectar los puntos todos los días: lo que haces hoy tiene que acercarte a donde quieres llegar”, afirmó.
ACTITUD Y RESILIENCIA: DIFERENCIALES DEL TALENTO
Uno de los mensajes más contundentes del ejecutivo fue sobre el valor de la actitud: “Lo único que multiplica el valor de las personas es la actitud. Puedes tener muchos conocimientos y habilidades, pero si no tienes actitud, no sumas. Las personas positivas, que buscan el cómo sí, son las que hacen la diferencia”.
Añadió que en contextos volátiles como el latinoamericano, la resiliencia es un activo estratégico que debe cultivarse desde la actitud, la confianza y la claridad de propósito.
Al cierre de la conversación, compartió un consejo para quienes aspiran a liderar organizaciones complejas: “Elige el tamaño de la silla que quieres ocupar. Siempre hice más de lo que se me pedía, porque veía el negocio de forma integral. No te limites a tu área. Sé dueño del resultado”.
Y concluyó: “Trabaja duro, pon el interés de la compañía por delante, y la vida te pondrá en el lugar correcto”.
